lunes, 19 de mayo de 2014

Ejercicio 5: Museo de la Plata

En el Museo de La Plata en Argentina se plantea el problema de la restitución de restos humanos pertenecientes a las comunidades originarias, los cuales fueron saqueados con el objetivo de estudiarlos científicamente y exhibidos en las vitrinas del museo. Actualmente, después de años de silencio, los descendientes de las comunidades reclaman que los cuerpos sean devueltos a sus tierras ya que para ellos son objetos sagrados. Sin embargo, a pesar de las constantes protestas de los indios, el museo no ha logrado llegar a un acuerdo con los descendientes porque aunque los restos ya no son exhibidos, aún no se han devuelto.

Todo comenzó con la conquista de los territorios donde vivían los indios, realizándose saqueos de cuerpos y objetos, profanaciones de tumbas y matanzas llegando al punto de que se lo denomina como "genocidio del Estado de Argentina". Un personaje importante en esta situación es Perito Moreno, quien recolectaba restos óseos de los indios y años mas tarde donó su colección al proyecto de museo de Ciencias Naturales del Estado. Moreno tenía la excusa de estudiar el Sur y su cultura mediante los cuerpos pertenecientes a la misma, pero en realidad llevaba a los indios al museo y los tenía cautivos como esclavos.

Según Victoriana Melipan Antieko, cacique de una comunidad mapuche-tehuelche: "tienen una deuda con todos nosotros que es histórica, moral y espiritual". Además de la devolución de cuerpos también reclaman el 50% de lo recaudado por el museo.

Hasta 1994 estas comunidades no tenían voz, no eran escuchadas ya que el museo se manejaba con una comunicación de filo, es decir no los dejaba participar, les negaba su identidad y los trataban como una raza inferior. A partir de ese año se comienza a dar un cambio en la comunicación por parte del museo ya que es obligado mediante leyes a devolver los restos a sus comunidades originarias. Los indios, actualmente son escuchados  y quieren tener una identidad propia, que los reconozcan como otro participante de la historia y la sociedad argentina. Por esta razón, el museo no solo se ve obligado a contestar a las protestas y por lo tanto, generar una comunicación de hilo, sino también generar una nueva identidad que tenga en cuenta la cultura de los mapuches también.

Por lo tanto, aparece la pregunta de ¿qué soluciones podría un diseñador ofrecer desde el punto de vista comunicacional al Museo de La Plata?. Desde nuestro punto de vista, al cambiar el modo de llegar a las los visitantes del museo, debe cambiar también el diseño gráfico de éste creando una nueva imagen institucional para el museo que integre a ambas culturas. Esta solución no debe darse mediante la utilización de símbolos sagrados de los indios ya que se estaría haciendo como perito Moreno al apropiarse de su identidad para beneficio propio.

Para nosotras, se debe llegar a un acuerdo de ambas partes para reestablecer la comunicación entre la institución y las comunidades y ambas sean beneficiadas. Para esto, por un lado, el museo debe reconocer y hacer una auto crítica de sus acciones pasadas en cuanto al maltrato a los indios y tratar de compensar la falta de respeto que ha tenido hacia ellos durante años. Por el otro lado, las tribus originarias deberían colaborar con el museo teniendo la oportunidad de mostrar su cultura e historia mediante sus propios relatos. Ya no sería una cultura exhibiendo a la otra sino una exposición en conjunto.
Una solución podría ser crear un espacio que reviviera la vida de las comunidades originarias, sus costumbres, viviendas y modo de vida, de ésta manera se llega a conocer a estos sujetos sociales como si el espectador formara parte de la tribu y participara realizando las diferentes actividades de la rutina cotidiana. Para que esto se lleve a cabo, es escencial la participación de los descencientes mapuches para comprender desde una "mirada interior" como fue la vida para ellos en esa época. Además se podría ambientar este espacio mediante la adecuada cartelería, audiovisual e información que incite a los espectadores a interesarse por esta otra cultura expuesta.
En cuanto al museo, gracias a esta posible solución, encontraría otra manera de atraer espectadores sin la necesidad de exponer los cuerpos como su principal centro de atracción. La exibición de los restos queda a consentimiento de las comunidades como donaciones para el reconocimiento de su identidad. En el caso de que esto sea negado, de igual forma se expone su cultura mediante objetos y herramientas propias de ellos.
En conclusión, debe haber una colaboración de ambos participantes respetándose mutuamente para llegar a un acuerdo y compensar el daño que se le ha hecho a las tribus durante años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario